Porque lo habéis pedido, aquí está el primero de una serie de artículos que os instruirán sobre qué hacer en caso de invasión zombi. La mayoría de la gente que conoce mi (esperemos que sana e inofensiva) obsesión por este tema dice que si alguna vez pasa, me buscarán. Ni lo penséis. Si alguna vez pasa no creo que podáis ir buscándome. Y aunque lo hagáis, yo ya estaré desapareciendo con mi reducido grupo de supervivientes. Así que mejor que sepáis qué hacer y qué necesitáis. Aunque ésta no sea una guía exhaustiva, sí os dará un montón de información básica aunque no menos útil. Ya podéis empezar a llamarme loco y a reíros de mí. A los que lo hagáis, que sepáis que el día que pase (que pasará) os dedicaré un sentido corte de manga (si tengo los dos brazos). Esta guía está dedicada a Tonino, el único hombre que de verdad me comprende.
Preparándose para lo inesperado
Si de verdad quieres sobrevivir cuando vengan los zombis, más te vale que vayas cambiando tus hábitos. Dieta equilibrada, ejercicio (principalmente cardiovascular, olvídate de ponerte como un cachas de gimnasio que sólo serás más carne para la pecadora) y nada de fumar (vale, sé lo chungo que es, yo sigo fumando, pero lo intento).
Aprende cuanto puedas, aprovechando que estás en la era de la información. Internet no es sólo para porno, puedes descargarte un montón de manuales sobre supervivencia, primeros auxilios, defensa personal, radio-aficionado, explosivos, mecánica… Nunca estará de más que tengas un buen libro de técnicas de supervivencia y uno de primeros auxilios en papel, para llevarlo en la mochila. Para mi hay tres libros imprescindibles: The zombi Survival Guide, de Max Brooks (sólo en inglés), El Horticultor Autosuficiente y La Vida en el Campo, ambos de John Seymour. Éstos dos últimos contienen toda la información necesaria y tan olvidada hoy para vivir de la tierra.
Elige tus armas y entrena con ellas hasta que las domines. En cuerpo a cuerpo necesitarás un arma capaz de dañar el cerebro de un solo golpe. Aunque las espadas y hachas son muy típicas, mis recomendaciones son el machete camboyano (el típico en la jungla para cortar lianas) y la pata de cabra, de la que hablaré más adelante. Son armas sencillas, fáciles de encontrar y de manejar y que os servirán para más cosas que machacar cabezas. Olvídate de motosierras y demás armas eléctrico-mecánicas. Sólo duran un poco y también son peligrosas para ti.
Aunque Maese Tonino está en contra de las armas de fuego ya que son pesadas, ruidosas, difíciles de manejar y mantener y peligrosas para el que las usa y sus compañeros, yo os digo que si podéis aprender a usarlas y tenéis acceso a alguna de ellas en ciertos momentos de necesidad o desesperación os serán de gran utilidad. Un arma corta, pistola o revolver, es manejable, fácil de usar e incluso fácil de encontrar en nuestra sociedad sin armas. Una carabina es la mejor opción para matar a distancia. Las escopetas son especialmente útiles para abriros paso en espacios cerrados o cuando estéis rodeados. Las armas a distancia definitivas son el arco y la ballesta. Apenas necesitan mantenimiento y podéis recuperar la munición gastada o haceros más si sois hábiles y tenéis herramientas, pero necesitareis mucho más entrenamiento para hacerlas realmente útiles en vuestras manos (aunque la ballesta no requiere tanto).
Tonino también está en contra de las artes marciales contra zombis, puesto que enfrentarte desarmado contra uno es un suicidio. Sin embargo algo de defensa personal no os vendrá mal, ya sea para evitar que el zombi sorpresa te muerda o para defenderte de algún vivo que haya perdido la cabeza. Eso sí, recordad que un muerto viviente no siente dolor, así que todas las presas y técnicas basadas en presión de nervios, luxación de miembros, etc. serán inútiles.
Por último, añadir que ninguna armadura puede salvarte. Lo mejor es la ropa cómoda y ceñida que evite que puedan agarrarte fácilmente de ella. El kevlar supone un avance a tener en cuenta, sobretodo en prendas ligeras y en útiles como los guantes anti-corte que usa la policía, pero siempre como medida de seguridad y no para darte la falsa seguridad de que no pueden hacerte nada.
Por último, a veces me dice la gente que cuándo me cortaré el pelo. Pues cuando vengan los zombis todo el mundo rapado, tanto para evitar que te cojan del pelo como por razones de higiene. Como esta moza, que ya va preparándose para la lucha por la supervivencia...
Listo para salir cagando leches
Lo primero y más esencial de todo es: viaja ligero. Eso no quiere decir que salgas con lo puesto, si no que lleves sólo aquello que realmente necesites. Una lista básica de elementos a tener en cuenta:
Mochila (una buena de montaña, que resista. Nada de comprarla en los chinos)
Botas (resistentes, de trekking, de montaña, que sean cómodas y aireadas. Las Magnum militares son caras pero cojonudas)
Dos pares de calcetines
Ropa de abrigo (un jersey de lana, por ejemplo)
Guantes de trabajo o de piel.
Botella de agua grande
Cerillas y mechero (guardar seco y estanco, o usar cerillas resistentes al viento y al agua y un zippo).
Bandana o gorra
Poncho
Espejo de señales
Mapa y brújula (de verdad, no de los chinos)
Esterilla o saco de dormir (los dos no, que es mucho trasto)
Gafas de sol (lentes polarizadas)
Navaja suiza o multi-herramienta
Kit de primeros auxilios (que incluya algún analgésico y antibiótico y lo que necesites para tus propias enfermedades. La aspirina no puede faltar nunca. Llévalo siempre en un bolsillo fácilmente accesible para las emergencias)
Poncho
Linterna (una en condiciones, nada de chinos)
Radio portátil con auriculares
Pilas para los dos anteriores
Cuchillo de monte o machete de supervivencia
Piedra de afilar
Prismáticos
Armas y munición
Revisa el equipo periódicamente y sustituye aquello que haya caducado. Hay más elementos propios de un kit de supervivencia en la naturaleza que podrías llevar, pero dependerá de tus conocimientos en supervivencia. Además deberías llevar algo de agua extra o que sirva como contenedor (desde bolsa de agua vacía hasta condones XXL sin lubricar) y algo de comer. La comida enlatada es la salida más obvia, pero no puedes vivir de ella sin sufrir botulismo. Yo recomiendo llevar en la mochila cosas como cecina o cubitos de caldo. Y para dar energía rápida y fácil puedes optar por terrones de azúcar, chocolatinas o sobres de leche condensada.
Preparándose para lo inesperado
Si de verdad quieres sobrevivir cuando vengan los zombis, más te vale que vayas cambiando tus hábitos. Dieta equilibrada, ejercicio (principalmente cardiovascular, olvídate de ponerte como un cachas de gimnasio que sólo serás más carne para la pecadora) y nada de fumar (vale, sé lo chungo que es, yo sigo fumando, pero lo intento).
Aprende cuanto puedas, aprovechando que estás en la era de la información. Internet no es sólo para porno, puedes descargarte un montón de manuales sobre supervivencia, primeros auxilios, defensa personal, radio-aficionado, explosivos, mecánica… Nunca estará de más que tengas un buen libro de técnicas de supervivencia y uno de primeros auxilios en papel, para llevarlo en la mochila. Para mi hay tres libros imprescindibles: The zombi Survival Guide, de Max Brooks (sólo en inglés), El Horticultor Autosuficiente y La Vida en el Campo, ambos de John Seymour. Éstos dos últimos contienen toda la información necesaria y tan olvidada hoy para vivir de la tierra.
Elige tus armas y entrena con ellas hasta que las domines. En cuerpo a cuerpo necesitarás un arma capaz de dañar el cerebro de un solo golpe. Aunque las espadas y hachas son muy típicas, mis recomendaciones son el machete camboyano (el típico en la jungla para cortar lianas) y la pata de cabra, de la que hablaré más adelante. Son armas sencillas, fáciles de encontrar y de manejar y que os servirán para más cosas que machacar cabezas. Olvídate de motosierras y demás armas eléctrico-mecánicas. Sólo duran un poco y también son peligrosas para ti.
Aunque Maese Tonino está en contra de las armas de fuego ya que son pesadas, ruidosas, difíciles de manejar y mantener y peligrosas para el que las usa y sus compañeros, yo os digo que si podéis aprender a usarlas y tenéis acceso a alguna de ellas en ciertos momentos de necesidad o desesperación os serán de gran utilidad. Un arma corta, pistola o revolver, es manejable, fácil de usar e incluso fácil de encontrar en nuestra sociedad sin armas. Una carabina es la mejor opción para matar a distancia. Las escopetas son especialmente útiles para abriros paso en espacios cerrados o cuando estéis rodeados. Las armas a distancia definitivas son el arco y la ballesta. Apenas necesitan mantenimiento y podéis recuperar la munición gastada o haceros más si sois hábiles y tenéis herramientas, pero necesitareis mucho más entrenamiento para hacerlas realmente útiles en vuestras manos (aunque la ballesta no requiere tanto).
Tonino también está en contra de las artes marciales contra zombis, puesto que enfrentarte desarmado contra uno es un suicidio. Sin embargo algo de defensa personal no os vendrá mal, ya sea para evitar que el zombi sorpresa te muerda o para defenderte de algún vivo que haya perdido la cabeza. Eso sí, recordad que un muerto viviente no siente dolor, así que todas las presas y técnicas basadas en presión de nervios, luxación de miembros, etc. serán inútiles.
Por último, añadir que ninguna armadura puede salvarte. Lo mejor es la ropa cómoda y ceñida que evite que puedan agarrarte fácilmente de ella. El kevlar supone un avance a tener en cuenta, sobretodo en prendas ligeras y en útiles como los guantes anti-corte que usa la policía, pero siempre como medida de seguridad y no para darte la falsa seguridad de que no pueden hacerte nada.
Por último, a veces me dice la gente que cuándo me cortaré el pelo. Pues cuando vengan los zombis todo el mundo rapado, tanto para evitar que te cojan del pelo como por razones de higiene. Como esta moza, que ya va preparándose para la lucha por la supervivencia...
Listo para salir cagando leches
Lo primero y más esencial de todo es: viaja ligero. Eso no quiere decir que salgas con lo puesto, si no que lleves sólo aquello que realmente necesites. Una lista básica de elementos a tener en cuenta:
Mochila (una buena de montaña, que resista. Nada de comprarla en los chinos)
Botas (resistentes, de trekking, de montaña, que sean cómodas y aireadas. Las Magnum militares son caras pero cojonudas)
Dos pares de calcetines
Ropa de abrigo (un jersey de lana, por ejemplo)
Guantes de trabajo o de piel.
Botella de agua grande
Cerillas y mechero (guardar seco y estanco, o usar cerillas resistentes al viento y al agua y un zippo).
Bandana o gorra
Poncho
Espejo de señales
Mapa y brújula (de verdad, no de los chinos)
Esterilla o saco de dormir (los dos no, que es mucho trasto)
Gafas de sol (lentes polarizadas)
Navaja suiza o multi-herramienta
Kit de primeros auxilios (que incluya algún analgésico y antibiótico y lo que necesites para tus propias enfermedades. La aspirina no puede faltar nunca. Llévalo siempre en un bolsillo fácilmente accesible para las emergencias)
Poncho
Linterna (una en condiciones, nada de chinos)
Radio portátil con auriculares
Pilas para los dos anteriores
Cuchillo de monte o machete de supervivencia
Piedra de afilar
Prismáticos
Armas y munición
Revisa el equipo periódicamente y sustituye aquello que haya caducado. Hay más elementos propios de un kit de supervivencia en la naturaleza que podrías llevar, pero dependerá de tus conocimientos en supervivencia. Además deberías llevar algo de agua extra o que sirva como contenedor (desde bolsa de agua vacía hasta condones XXL sin lubricar) y algo de comer. La comida enlatada es la salida más obvia, pero no puedes vivir de ella sin sufrir botulismo. Yo recomiendo llevar en la mochila cosas como cecina o cubitos de caldo. Y para dar energía rápida y fácil puedes optar por terrones de azúcar, chocolatinas o sobres de leche condensada.
La pata de cabra
Esta palanca es para mi uno de los mejores inventos que el hombre ha creado. Una simple barra de acero curvada en un extremo y aplanada en ambos. Fuerza puertas y cerraduras, abre cajas, cava… y además sirve como arma contundente, puedes clavarla o usarla como garfio para tirar de alguien o algo. Por su dureza y versatilidad será tu fiel amiga en una invasión zombi. No lo dudes, no salgas de casa sin ella.
5 comentarios:
eeehh, k yo tb te comprendo, sabes k si no me convierto en zombi, estare preparado para la supervivencia, tenemos k ir buscando refugios para prepararnos
Me molais tú y tu moto con alforjas xD
Ven conmigo si kieres vivir
mmmmmmm.........¿referencia al Half-Life, doctor Freeman? xD
Yo lo primero que haría sería ir al cuartel de la benemérita en mi pueblo. Alli encontraría armas y drogas para sobrevivir lo suficiente.
Jajaja, la verdad es que el que tuviera la idea de ponerle pata de cabra sabía lo que se hacía.
Lo malo de los acuatelamientos es que los propios acuartelados ya estarán encerrados ahí y no sé yo si les apetecería dejar entrar a civiles. Es una putada, porque en Alicante hay un cuartel militar y seguro que tienen más armas y más drogas que en el de la Guardia Civil... xDDD
Pero bueno, ese es un tema para el segundo artículo.
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